viernes, 15 de octubre de 2010

El uso de celulares para el conocimiento

Karina Weisman, educadora de nivel superior, se encuentra en pro al uso de celulares dentro del aula de clase, con el propósito de que estos aparatos puedan ayudar a mejorar los métodos de aprendizaje.

Los celulares pueden ser más que un simple comunicador, su tecnología y diferentes aplicaciones pueden hacer de ellos una excelente herramienta productiva. En este estudio, la profesora Weisman pone a prueba las capacidades de los teléfonos celulares en tres niveles diferentes de educación (primario, secundario y universitario).

Los celulares poseen múltiples usos, y si son los apropiados pueden ofrecer mucho conocimiento. Para el nivel de educación primario, se les pidió a los alumnos realizar ejercicios básicos de gramática, usando únicamente sus celulares. La reacción inicial fue muy positiva, los alumnos se mostraron motivados y muy dispuestos hacia el trabajo.

Para el nivel de educación secundario, el nivel de exigencia es necesariamente mayor, pero los celulares pueden responder a esto. Aquí se les pidió resolver ecuaciones matemáticas y mandarlas al profesor vía mensaje de texto. Estos estudiantes mostraron la misma iniciativa y motivación que en el primer nivel.

Por último, se implemento el uso del teléfono celular en un aula de clase de nivel universitario, donde según Weisman “les propuse a mis alumnos la resolución de un caso práctico -en un tercer año de la facultad de Derecho- aplicando doctrina, jurisprudencia y legislación”. La comunicación durante el trabajo no sólo fue vertical estudiante-profesor, sino que también fue horizontal estudiante-estudiante, que se dio gracias a la comunicación a través de los celulares.

Considero muy importante que se estén implementando los celulares para el conocimiento. Todo lo que los celulares nos ofrecen no se puede quedar para el uso personal, se debe buscar una forma de integrar todas las tecnologías y desarrollar metodologías que cambien la imagen de los celulares, volviéndolos parte del desarrollo educativo como lo hicieron los computadores.

También creo que el uso de los celulares no se debe limitar a los jóvenes. Los profesores deben, de igual manera, considerar seriamente el uso de teléfonos celulares como medio de aprendizaje, no sólo para que sus alumnos lo hagan en clase, también para ellos mismos apliquen metodologías a través de esta tecnología.

El uso celular en adolecentes


“Educ.ar es el portal educativo de la Nación, destinado a ejecutar las políticas definidas por el Ministerio de Educación en materia de integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el sistema educativo”.

“Los adolecentes y el celular” es un estudio realizado por Carrier y Asoc, una asociación que tiene como principal producto el conocimiento del mercado tecnológico. En este documento se sintetiza el cambio radical que se dio en Argentina, entre los años 2003 y 2005, con respecto al uso de celulares registrado entre los adolecentes.

Para explicar dicho cambio, existen varios aspectos a analizar: Las bases del fenómeno, las cuales son diferentes entre adultos y adolecentes. Las etapas de adaptación. Las motivaciones que han llevado a los adolecentes al uso excesivo de sus teléfonos celulares. La importancia de los mensajes de textos y sus efectos en los adolecentes. Por último, un pequeño análisis del futuro de los celulares.

Las bases del fenómeno de la telefonía celular son más ajenas a los adultos que a los adolecentes. Los jóvenes han experimentado la evolución de estos aparatos al mimo tiempo que van creciendo, para ellos es parte de la vida cotidiana. Debido a que los celulares han hecho parte durante el desarrollo juvenil, han creado relaciones de identidad. El celular crea independencia, le da al adolecente una llave para poder alejarse del entorno familiar y empezar una etapa de “autosuficiencia” y “madurez”. También crea seguridad, tanto para los padres como para los jóvenes, que al poder tener contacto inmediato, se crea tranquilidad y confianza.

El uso del teléfono celular comienza en los años 90 era limitado, pero a su vez, daba una imagen se estatus social importante y para los pocos portadores era significativo. En el cambio de milenio, los celulares comienzan a coger fuerza y también se crean nuevos usos. El fin de los celulares era en un principio comunicar a los hijos con los padres, para así poder “protegerlos”. Sin embargo, mediante fue creciendo el uso de esta tecnología entre más y más jóvenes, las llamadas y mensajes de texto se empezaban a destinar entre los pares. Ya para el año 2003 se puede decir que los adolecentes colocan los teléfonos celulares al mismo nivel de indispensabilidad que el teléfono fijo y la Internet. Debido al constante cambio en la tecnología, los adolecentes están constantemente pensando en cambiar sus celulares por uno más moderno, sintiéndose insatisfechos con rapidez con lo que tienen.

Lo que motiva a un joven que pertenece a un grupo social de pares, es la posibilidad de estar al día con la información y posibilidades. Le da privacidad, ya que el celular es un objeto personal y privado, donde se guardan experiencias y secretos. Por otro lado, se empieza a separar los intereses, se varía en el significado de los mensajes dependiendo del individuo. Para los amigos, los que se están integrando, los novio o novias, etc.

Finalmente, el autor nos dice que “es indudable que el uso de la telefonía celular entre los adolescentes no es una moda sino un fenómeno que llegó para quedarse”. Considero que esta tecnología no sólo llegó para quedarse, sino que va a reemplazar muchas otras y a seguir marcando tanto esta generación como las que están por venir.

Personalmente, considero que el teléfono celular es una parte importante del desarrollo del ser humano, que está acercándolo con el mundo y todavía tiene mucho por ofrecer.


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